jueves, 3 de noviembre de 2011

Son mentiras, como decir que no hay mal que por bien no venga.

Porque la vida pasa frente a tus ojos lentamente, es mejor no esperar nada de nadie que estar esperando siempre. Mira por ti, porque el mundo es egoísta y puede que busques a esa persona y que no exista, esa que mire por ti que se encargue de que seas feliz, esa que aunque parece que no, siempre estará aquí. Llora hasta que alguien consiga hacerte sonreír, sonríe hasta que alguien te haga llorar, las cosas van así. Tu virtud fue ver la vida siempre por la cara del sol, pero hay luz y oscuridad, hay blanco y negro. No todo lo que crees es falso ni todo lo que ves es cierto. Tienes los ojos cosidos a tus párpados, y es que no es fácil andar erguido con los dos ojos cerrados si no vas agarrado de la mano a alguien. Y es complicado porque normalmente, nadie tiene a nadie; piensas el por qué de que todo tenga que ocurrirte a ti. La frontera entre el bien y el mal ahora está en intermitente. El amor está a un sólo paso del odio, ¿para qué caminar? si dando un paso hacia adelante o atrás cualquiera la puede cagar. Es tu elección. Decide si pensar en lo que viene o en lo que un día vino.  No te mientas, no trates de convencerte de algo que no existe. Son mentiras como decir que no hay mal que por bien no venga.

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